A la hora de vender un piso, hay factores inherentes que marcan su valor de
venta: la ubicación, la orientación, la superficie, la antigüedad, no obstante,
hay aspectos del interior de tu vivienda que sí son modificables y que pueden
bajar o subir su precio. Comentamos algunos de ellos:
-No potenciar la iluminación del piso
Cortinas claras, ventanas despejadas, bombillas con potencia que iluminen bien
cada estancia? Harás que tu casa parezca más amplia.
-No arreglar las humedades
Los interesados verán con mejores ojos tu vivienda si esta no cuenta con
humedades o desperfectos costosos de arreglar.
-Tener deudas con la comunidad de vecinos
Según la Ley de Propiedad Horizontal, los propietarios de inmuebles están
obligados a abonar sus deudas antes de vender un piso. En la práctica, lo que
suelen hacer propietario y comprador es acordar una rebaja en el precio de
venta de la vivienda a cambio de que el nuevo propietario abone los pagos
pendientes.
-No realizar un pequeño mantenimiento antes de vender
Grifos que gotean, cables sueltos, puertas que no cierran, interruptores que no
funcionan.
- Enseñar la casa desordenada o sucia
Si tu vivienda está repleta de objetos y trastos, los potenciales compradores
que visiten tu vivienda no podrán proyectarse viviendo allí.
-No pintar la casa antes de ponerla en venta
Vender un piso recién pintado siempre suma puntos, ya que se verá más cuidado,
sin roces ni manchas en las paredes.
-No eliminar los malos olores
Mantener limpia la casa, ventilar cada día y colocar ambientadores agradables
es sin duda esencial.
¿Y tú qué opinas? ¿añadirías alguno más?